LAS CUATRO MARÍAS La noche del 25 de octubre de 1950, una noticia revolucionó el apacible pueblo trujillano de Paiján: Marina Mendoza, esposa de Julio Tapia, dio a luz cuatro hermosas niñas a las que bautizó con los nombres de María Rosa, María Julia, María Elena y María Margarita. Nacieron de parto normal y, como se decía en la época, “de puro macho”, sin cesárea, pero con la atención de una reconocida partera de la zona: doña Asunción Grados. Marina tenía 25 años y, al igual que toda muchacha provinciana de entonces, dedicaba sus cuidados a su esposo y su pequeño rancho. Nunca pensó que tras la primera criatura saldría otra... y otra... y otra. “Me cogía el vientre para ver si había algún bebé más; luego de la cuarta, me desmayé”, recuerda medio siglo después. Como no podía ser de otra manera, se armó gran jarana en el pueblo al igual que si fuera la fiesta patronal. Pronto, la noticia llegó a Lima y los directivos de un canal de televisión las trajeron a la capital para ...
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