LA HISTORIA DE LA APARICIÓN DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS
Paiján, fundada por los primero españoles que se a sentaron en el valle Chicama, tiene la escultura del Señor de los Milagros, la prueba tangible de una prodigiosa historia que se remonta 471 años de existencia.
Cuenta la historia de por el mes de enero un grupo de pescadores se hizo la mar en busca de sustento diario (peces); para mala suerte uno de esos días de Enero su trabajo resultó inútil y sus redes echadas emergía vacías, el mar les negaba a sus peces a albergaba en abundancia, pero de pronto unos pescadores diverso que algo se Mesías sobre las olas.
Sin esperar minutos algunos inmediatamente remaron en sus caballitos de totora con una energías sobre naturales y el hallazgo los dejo estático: allí en medio del mar, flotaba sin protección alguna un baúl de cuero que posiblemente que provenía de un naufragio. Dos de los pescadores se han aproximado para coger los misterioso baúl y sacarlo a la orilla.
Una vez llegados a la orilla de la playa cargaron el pesado baúl hasta el rancho construido de totora, donde llenos de curiosidad empezaron a desarmarlo con bastante cuidado y mayor fue la sorpresa, cuando al descubrirlo encontraron el cuerpo modelado de un Cristo crucificado .
Este hecho religioso hizo que ese mismo día la playa Paijanera cambió de nombre por la playa del “El Milagro”.

El ingreso del Cristo crucificado de la playa el Milagro a Paiján fue un acontecimiento histórico nunca antes visto ni imaginado, todo el pueblo recibió al Señor de los Milagros con cánticos religiosos y velas llevándolos expresamente a la municipalidad. Después de venerar al “El Señor de los Milagros” fue trasladada al templo “San Salvador” y desde entonces a la fecha ocupa el lugar principal del templo: El altar mayor.
El Patrón de Paiján, el que “emergió de los mares” es hoy en día la luz y la guía del distrito de los hijos del lugar, es el socorro de los desventurados, el alivio para los enfermos y el celoso y permanente vigilante de la ciudad.
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